Los trastornos del neurodesarrollo son más comunes de lo que muchas personas creen y representan un reto creciente para los sistemas de salud, educación y las familias.
Datos generales:
El aumento de la prevalencia observada en los últimos años se debe a mejoras en los criterios diagnósticos, mayor sensibilización social y escolar, y mejor acceso a servicios de detección precoz. A pesar de ello, aún existen desigualdades importantes en el acceso a la evaluación y a la intervención, lo que hace que muchos niños y adolescentes no reciban el apoyo que necesitan en el momento adecuado.
La alta prevalencia de los TND implica una gran necesidad de recursos clínicos, educativos y sociales. Trabajar coordinadamente entre profesionales, familias y centros educativos es clave para garantizar un desarrollo integral y una participación plena en la vida comunitaria.